En los Estados Federados de Micronesia en el Pacífico, en la isla de Yap, circula una forma única de moneda: las piedras de rai. Estos enormes discos de caliza, con un diámetro máximo de hasta 4 metros, son tan pesados que a menudo requieren el esfuerzo conjunto de decenas de personas para ser trasladados.
Sin embargo, estas enormes monedas de piedra suelen permanecer inmóviles, y algunas incluso se hunden en el fondo del mar durante el transporte. Pero esto no afecta su comercio. Los isleños pueden completar la transferencia de propiedad solo con promesas verbales y un libro de cuentas compartido en la memoria colectiva. Incluso una moneda de piedra en el fondo del mar que nunca se puede mover puede usarse para comprar tierras o como dote, porque toda la comunidad reconoce el valor que representa.
¿Este método de transacción te recuerda a la moneda digital moderna? Por ejemplo, Bitcoin—una moneda que existe en el mundo virtual, mantenida por miles de nodos en todo el mundo, donde un libro de contabilidad distribuido registra la cantidad de Bitcoin que posee cada persona. De hecho, no 'posees' realmente un Bitcoin físico, lo que tienes es un registro en el libro de contabilidad y el reconocimiento unánime de toda la red sobre tu posesión de este activo.
Las monedas de piedra de la Isla Yap y el bitcoin revelan una característica fundamental de la moneda: el valor de la moneda no proviene de sus atributos físicos (ya sea el volumen de la piedra, el brillo del oro o la belleza del billete), sino que surge del amplio reconocimiento y confianza de la red social en su valor.
Tomando el oro como ejemplo, su consenso de valor proviene de su escasez física, resistencia a la corrosión y el reconocimiento cultural que ha tenido a nivel mundial durante miles de años. En cambio, el consenso de valor del dólar estadounidense se basa en la garantía de crédito del gobierno de Estados Unidos y su poder militar y económico global.
Esta evolución del consenso de valor, desde la moneda física hasta la moneda virtual, muestra el continuo proceso de profundización y abstracción de la comprensión del concepto de 'valor' en la sociedad humana. Ya sean antiguas monedas de piedra o monedas digitales modernas, todos reflejan una idea central: el verdadero valor existe en la creencia compartida de las personas.
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CryptoSourGrape
· hace4h
Ay, si en aquel entonces yo también estuviera acostado en el fondo del mar como la moneda de piedra, al menos no tendría que ver cómo sube el Bitcoin.
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0xTherapist
· hace4h
La fe en vender fiat ya ha comenzado.
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Rugpull幸存者
· hace4h
Desde la sociedad primitiva ya se jugaba al Consenso.
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MainnetDelayedAgain
· hace4h
Según estadísticas, este mes ya es la 38ª vez que revisito la teoría del valor de consenso, esperemos a que florezca.
En los Estados Federados de Micronesia en el Pacífico, en la isla de Yap, circula una forma única de moneda: las piedras de rai. Estos enormes discos de caliza, con un diámetro máximo de hasta 4 metros, son tan pesados que a menudo requieren el esfuerzo conjunto de decenas de personas para ser trasladados.
Sin embargo, estas enormes monedas de piedra suelen permanecer inmóviles, y algunas incluso se hunden en el fondo del mar durante el transporte. Pero esto no afecta su comercio. Los isleños pueden completar la transferencia de propiedad solo con promesas verbales y un libro de cuentas compartido en la memoria colectiva. Incluso una moneda de piedra en el fondo del mar que nunca se puede mover puede usarse para comprar tierras o como dote, porque toda la comunidad reconoce el valor que representa.
¿Este método de transacción te recuerda a la moneda digital moderna? Por ejemplo, Bitcoin—una moneda que existe en el mundo virtual, mantenida por miles de nodos en todo el mundo, donde un libro de contabilidad distribuido registra la cantidad de Bitcoin que posee cada persona. De hecho, no 'posees' realmente un Bitcoin físico, lo que tienes es un registro en el libro de contabilidad y el reconocimiento unánime de toda la red sobre tu posesión de este activo.
Las monedas de piedra de la Isla Yap y el bitcoin revelan una característica fundamental de la moneda: el valor de la moneda no proviene de sus atributos físicos (ya sea el volumen de la piedra, el brillo del oro o la belleza del billete), sino que surge del amplio reconocimiento y confianza de la red social en su valor.
Tomando el oro como ejemplo, su consenso de valor proviene de su escasez física, resistencia a la corrosión y el reconocimiento cultural que ha tenido a nivel mundial durante miles de años. En cambio, el consenso de valor del dólar estadounidense se basa en la garantía de crédito del gobierno de Estados Unidos y su poder militar y económico global.
Esta evolución del consenso de valor, desde la moneda física hasta la moneda virtual, muestra el continuo proceso de profundización y abstracción de la comprensión del concepto de 'valor' en la sociedad humana. Ya sean antiguas monedas de piedra o monedas digitales modernas, todos reflejan una idea central: el verdadero valor existe en la creencia compartida de las personas.